Chile: Abstenerse o anular el voto el 7 de mayo

Chile: Abstenerse o anular el voto el 7 de mayo

Es evidente que este proceso constitucional no tiene nada que ver con los intereses de los trabajadores y de los pueblos de Chile. Es una “cocina del poder” controlada e impuesta por los partidos políticos , usando al gobierno Boric como el gerente del circo del sistema donde los payasos  somos nosotros.

Para rechazar la Constitución de los “sabios” 

Después de un asqueroso y nauseabundo acuerdo pactado por la putrefacta élite política de la institucionalidad, el gobierno de Boric ha llamado a elecciones para el 7 de mayo con el fin de habilitar un nuevo proceso constitucional que nuevamente atropella la soberanía popular.

Los partidos políticos del sistema hicieron un pacto que se ha conocido como la “cocina 2.0” y ya publicaron sus candidaturas, y los nombres de los 24 sabios que conformarán la “Comisión Experta” y que se arrogan la soberanía popular.

El nuevo proceso constitucional sale de un fuerte acuerdo por arriba, entre las cúpulas de los putrefactos e ilegítimos partidos políticos, que representan las principales manijas del poder.

La base política de gobierno se dividió en dos, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, lo que es evidencia la presión de la derecha sobre el gobierno. La derecha también se dividió en dos grupos principales. Pero están todos juntos para imponernos su nueva constitución en el 50º aniversario del sangriento golpe cívico militar de 1973.

Esta vez, el nuevo proceso constitucional sale de un fuerte acuerdo por arriba, entre las cúpulas de los políticos, que representan las principales manijas del poder. Tanto fue así que la Cámara de Diputados lo aprobó por 109 votos contra 37 y dos abstenciones. Y el Senado por 44 votos contra siete y una abstención.

El 7 de mayo se elegirán los 50 miembros de un Consejo Constitucional que revisará el Anteproyecto para redactar la nueva Constitución, ya preparada por la Comisión de “expertos”. 

¡Pero cuidado!

Estos 50 miembros se limitarán a revisar junto a un Consejo de Admisibilidad, lo escrito previamente por los 12 “sabios” seleccionados por los actuales diputados y los 12 “sabios” designados a dedo por los senadores actuales y junto a esta Comisión Experta redactarán el ‘proyecto’ definitivo a ser plebiscitado en diciembre. O sea, los delegados electos apenas ajustarán lo que los “sabios” le entregarán.

Esta vez la farsa fue más lejos que lo que el propio Pinochet hubiese osado.

El texto final irá a plebiscito el 17 de diciembre de 2023.

Es evidente que este proceso constitucional no tiene nada que ver con los intereses de los trabajadores y de los pueblos de Chile. Es una “cocina del poder” controlada e impuesta por los partidos políticos , usando al gobierno Boric como el gerente del circo del sistema donde los payasos  somos nosotros.

Lo que los chilenos precisamos

Precisamos de una nueva constitución pero elaborada con la efectiva participación del Soberano, el pueblo.

Los pueblos de Chile exigimos soluciones reales:

¡Una Asamblea Constituyente Libre y Soberana!

¡Con delegados elegidos a partir de asambleas populares y cabildos!

¡Con delegados que sean responsables por la aplicación de la nueva Constitución!

¡Con delegados que no tengan privilegios mayores que un trabajador promedio!

¡Con delegados que actúen bajo un mandato revocatorio por sus electores!

● Fuera la casta política corrupta. 

● A crear y/o fortalecer las Asambleas Territoriales del pueblo. 

● A organizar la lucha contra las alzas. 

● A exigir precios fijos de una canasta básica. 

● A exigir el derecho a la salud (530.000 horas médicas pendientes) 

● Fin a las leyes de represión para el pueblo

● Acceso y gratuidad a la educación de calidad y  fin a la ley “aula segura”. 

● A exigir que toda jubilación parta desde el sueldo mínimo. Ya basta de discutir de quién es la plata, que al fin de cuentas es para el lucro de las AFP, pues el punto de fondo son las pensiones dignas y la solidaridad intergeneracional. 

● A movilizarse por la liberación de los presos políticos. 

● Disolución de Carabineros, PDI, aparatos de seguridad y toda institución represiva. 

● Fin inmediato de la militarización del Wallmapu. 

● A recuperar nuestra soberanía y los bienes de la naturaleza en manos del gran capital. 

● Por una democracia directa con control y participación vinculante de los pueblos. 

Es el momento de la voz y la acción para construir una nueva realidad para nuestro buen vivir.