Otro de los instrumentos utilizados para seguir con la farándula de este gobierno es la exposición de supuestos “expertos” que legitiman sus elecciones.
Por ejemplo, el exembajador y militante del Partido Socialista, Gabriel Gaspar sostiene que “el Estado de Chile enfrenta hoy tres problemas: ha perdido el control territorial efectivo, la sensación de inseguridad se ha incrementado por los últimos hechos de la delincuencia y el Estado de Derecho está debilitado.”
Obviamente, un discurso que va de la mano con el último paquete de leyes represivas impulsadas por el propio gobierno con apoyo de todos los partidos políticos.
Gaspar profundiza aún más proponiendo como “salida” a la crisis de seguridad el convocar al Consejo de Seguridad Nacional, (Cosena) porque es el órgano en el que el Presidente puede reunir a todas las instituciones del Estado.
Este tipo de “expertos” son pintados con la misma tinta que aquellos que se encuentran redactando el anteproyecto, entonces… Ya sabemos que esperar de la nueva redacción, continuación y aumento de la desigualdad, la explotación, la criminalización, el saqueo y principalmente del neoliberalismo en Chile.


NO A LA COCINA, SÍ A LA SOBERANÍA POPULAR
En el 2019 hubo un estallido que fue nombrado como “Levante Popular” durante el cual, las masas se levantaron contra el sistema que las oprime; luchando por derechos la población fue organizándose. Pero la casta política supo manipularlas y redirigió la atención al “Acuerdo Por la Paz Social y la “Nueva Constitución”, así, se abortó el proceso Constituyente originario, iniciado por Asambleas Constituyentes locales, barriales/comunales, mediante la imposición/promesa de la Convención.
En ella, todos los partidos políticos del sistema confluyeron a favor de una minoría y pudieron controlar así el levantamiento a base de promesas.
El nuevo proceso constitucional es promovido desde el gobierno y cedido a la clase política, donde 24 expertos se arrogan la soberanía escogida por el parlamento por gran mayoría
Se elegirán 50 miembros por voto popular, que solo ajustarán lo que dicten los expertos, que previamente se basa en los márgenes impuestos por la casta política, perpetuando el legado de la C80.
Para que la ciudadanía pueda escapar de esta pesadilla, se debe derrocar al poder instituido y reemplazarla con una AC Libre y soberana, solución a las demandas sociales inmediatas y emblemáticas, a través de democracia directa deliberativa y vinculante, recuperando la soberanía popular.
¿QUÉ PROPUESTAS PUEDEN SER RESUELTAS A TRAVÉS DE UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE LIBRE Y SOBERANA?
● Fuera la casta política corrupta.
● A organizar la lucha contra las alzas.
● A exigir precios fijos de una canasta básica.
● Levantar la exigencia de un salario mínimo de 1 millón de pesos, y que sea la escala base para las demás remuneraciones.
● A exigir el derecho a la salud (530.000 horas médicas pendientes)
● Fin a las leyes de represión para el pueblo
● Acceso y gratuidad a la educación de calidad y fin a la ley “aula segura”.
● A exigir que toda jubilación parta desde el sueldo mínimo. Ya basta de discutir de quién es la plata, que al fin de cuentas es para el lucro de las AFP, pues el punto de fondo son las pensiones dignas y la solidaridad intergeneracional.
● A movilizarse por la liberación de los presos políticos. del mundo, y elevar una campaña nacional e internacional: ¡Impunidad Jamás! Juicio y castigo a los violadores de Derechos Humanos.
● Disolución de Carabineros, PDI, aparatos de seguridad y toda institución represiva.
● Fin inmediato de la militarización del Wallmapu.
● A recuperar nuestra soberanía y los bienes de la naturaleza en manos del gran capital.
● Por una democracia directa con control y participación vinculante de los pueblos.