Para describir la ilegitimidad de este adefesio jurídico intentaremos con datos del diario El Mostrador, que nadie puede catalogar de marxista y que más bien tiene una línea obsecuente con el poder, dice en parte de su edición de hoy; Quince partidos vigentes, diez en formación, cinco en trámite, cincuenta y uno caducados, tres rechazados, señala como información la página web del Servicio Electoral (Servel) sobre partidos políticos en Chile. Ella los define, de acuerdo a la ley, como “asociaciones autónomas y voluntarias organizadas democráticamente, dotadas de personalidad jurídica, integradas por personas naturales que comparten unos mismos principios ideológicos y políticos, cuya finalidad es (…) ejercer influencia en la conducción del Estado (…).”
Este dato pone en evidencia el descalabro del sistema político burgués, pero a la vez nos deja claro; el care-rajismo prepotente del cebado parlamentarismo nacional con que actúan sin vergüenza contra el pueblo chileno y en servicio de sus mandantes la burguesía nacional y extranjera, cuando realmente todo su peso social no pasa del 5% del padrón electoral nacional.
Desde esta realidad surge clara la opción que tiene el pueblo trabajador de impedir que este atentado a sus intereses de existencia se haga realidad, porque esta embestida sistémica tiene como fin asegurar la política de ajuste económicos que viene contra los salarios y los medios de vida del pueblo.
Para esta tarea por supuesto se necesita profundizar el trabajo de unidad de la clase, a través de sus cuadros más politizados y que apunte con energía y convicción a romper el quietismo y también la molicie de ciertas burocracias políticas y sindicales que han acostumbrado su quehacer a las trancas políticas y sindicales que el sistema a construido para cooptar paralizar sus tendencias al cambio estructural del sistema capitalista.
La clase trabajadora nacional en rechazo al pacto burgués debe levantar sus verdaderas consignas; Trabajo Genuino, Educación y Salud gratuita y de calidad, Fuera las AFPs, Libertad a los Presos Políticos que lucharon por su pueblo.
Debemos exigir el fin del saqueo a los trabajadores y al pueblo chileno. Debemos exigir una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, electa a partir de las Asambleas Populares y Colectivos, no sólo para redactar una nueva constitución sino como organismo de poder popular para sustituir las estructuras pinochetistas actuales.
● Fuera la casta política corrupta.
● A crear y/o fortalecer las Asambleas Territoriales del pueblo.
● A organizar la lucha contra las alzas.
● A exigir precios fijos de una canasta básica.
● A ejercer el control sobre la salud (530.000 horas médicas pendientes)
● Fin a las leyes represivas
● Fin a la PAES y todas las pruebas estandarizadas. Acceso universal a todos los niveles de la educación, Gratuidad en el transporte, educación de calidad, fin a la ley “aula segura”.
● A exigir que toda jubilación parta desde el sueldo mínimo. Ya basta de discutir de quién es la plata, que al fin de cuentas es para el lucro de las AFP, pues el punto de fondo son las pensiones dignas y la solidaridad intergeneracional.
● A movilizarse por la liberación de los presos políticos.
● Disolución de Carabineros, PDI, aparatos de seguridad y toda institución represiva.
● Fin inmediato de la militarización del Wallmapu.
● A recuperar nuestra soberanía y los bienes de la naturaleza en manos del gran capital.
● Por una democracia directa con control y participación vinculante de los pueblos.
● Es el momento de la voz y la acción para construir una nueva realidad para nuestro buen vivir.
¿Será que puede ser aún peor? Con este grupo nada puede salir bien… digo… nada puede ser peor.
— SOBERANOS (@Soberanos_AC) February 10, 2023
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